Antes de leer este artículo le invitamos a que revise la Parte I y Parte II, de esta entrega.

De la familia y su rol fundamental

“Me agrada el vínculo que se generó con los padres a raíz de la pandemia”, comenta Julieta, y explica que al estar conectados todos por el chat es más fácil localizarlos, sobre todo en un área como Chongón, una parroquia marginal de la ciudad de Guayaquil, en la que de 40 estudiantes van a clases 25. Para ella, puede ser que el padre o la madre no sepan nada de la materia que aprenden los niños, pero solo con que se sienten a su lado mientras hacen las tareas, se genera un cambio positivo.

Así, Patricia también destaca que la participación activa de la familia es fundamental, y comenta que las escuelas están muy cerradas al ingreso de los padres, pero que con una buena coordinación esto podría cambiar y abrir las puertas a la comunidad para que también sea parte del proceso educativo.

En su metodología de enseñanza, incentiva a que los padres pregunten siempre a sus hijos ¿qué hicieron en clases? Pues dice que, muchas veces, los problemas se dan porque en casa no saben escuchar a los niños.

En el caso del Colegio de Bellas Artes, Amelia señala que tiene una gran ventaja porque los padres y las madres conocen el ámbito del arte, muchos de ellos también son artistas, entonces apoyan en todas las actividades de la comunidad.

Para ella, algo que aportaría aún más a este ambiente es que la familia comparta y viva más el arte en la ciudad, visitando, por ejemplo, los museos ocultos como el cementerio general de Guayaquil, donde hay valiosas esculturas del neoclasicismo y del renacimiento, traídas de Europa.

Desde la mirada de Julieta, lo más importante y lo que destaca del Programa de Liderazgo de Enseña Ecuador es que se preocupa por la comunidad. “Yo voy a este niño, queriendo llegar al padre y a todas las personas del entorno. Así, se genera una cadena, un eslabón, una rueda a la que puede sumarse más y más gente”, concluye la maestra.

¿Recuerdas a una maestra o maestro que te haya inspirado?

Miss Margarita Ledesma. Ella me inspiró. Era profesora de diseño gráfico. Jovencita, yo ahora tengo 32 años, en ese tiempo ella tenía como 29. Era relax con su bolsito, ella nos decía: «chicos la vida real es todo como para ayer, trabajen bajo presión». Y era verdad, cuando fui a la universidad… era una locura. Miss Margarita ganó varios concursos de arte y aunque ya no está en la docencia, ella fue mi referente”, Amelia Arroba, Profesional de Enseña Ecuador.