Reflexiones por la educación – Parte I

Reflexiones por la educación – Parte I

Patricia Pico, Amelia Arroba y Julieta García, tres participantes de nuestro Programa de Liderazgo (link a la página del programa de liderazgo), reflexionan sobre el contexto de la educación en Ecuador, desde sus experiencias y trayectoria. Ellas comparten su visión de un sistema educativo que se construya desde la participación de todos los actores de la sociedad.

PRIMERA PARTE

Cada estudiante es un mundo

“Si fuera niña, ¿cómo me gustaría que me hablen?”. Patricia Pico dice que siempre trata de ponerse en el lugar de sus estudiantes. Hasta mediados de julio de 2022, ella fue profesora de primer grado en la Escuela de Educación Básica Sandro Pertini, ubicada en la ciudadela Sauces 1, al norte de Guayaquil.

En su experiencia, opina que las maestras tienen un reto muy grande en el manejo individual y grupal de sus estudiantes, pues todos son distintos, pero deben adaptarse a medios de aprendizaje en conjunto. Sus 25 años de trayectoria le han dado herramientas para incentivar la participación de todos, en un jardín de infantes en el que las aulas tienen más de 30 niños y niñas.

Patricia recuerda casos particulares de estudiantes con los que ha tenido que aplicar estrategias específicas. Por ejemplo, un niño con necesidades especiales al que le enseñó a decir su nombre tomándole de la mano y poniéndola en su pecho y luego en el de ella: “Paty, “Dani” (nombre protegido); “Dani”, Paty”, le decía y así el niño empezó a comunicarse.

También menciona el caso de otro pequeño que molestaba mucho a sus compañeros, se burlaba y les decía palabras inadecuadas. En un momento, ella lo retó, pero después se dio cuenta de que tenía problemas afectivos en su hogar, entonces decidió tratarlo con mucho afecto, decirle “te quiero”, “eres mi niño favorito” y abrazarlo fuerte. Con eso y un mensaje sobre la importancia de cuidar y amar a los niños, que les mandó a los padres, el pequeño cambió por completo.

Y es que, en el trato con las niñas y niños, hay actitudes que aportan a su desarrollo y otras que no, coincide con Patricia, Julieta García, maestra de 5to grado, de la Escuela Fiscal Libertador Bolívar, ubicada en la parroquia Chongón, Vía a la Costa.

Ella menciona que siempre es mejor destacar las virtudes de alguien porque eso le valida, le hace sentirse bien y que no se puede decir a los padres que sus hijos se portan mal. En este punto, Patricia recuerda una anécdota que sucedió cuando empezaba su carrera como profesora, una compañera le dijo a un padre que su hijo se había portado muy mal, entonces el señor pateó tan fuerte al niño que lo elevó.

La directora de la escuela, en la que trabajaba en ese tiempo, les dijo que jamás hagan eso, que deben decir a los padres: su hijo se porta bien, pero ayúdeme a reforzar este tema en específico.

Por otra parte, el mundo de los adolescentes es totalmente distinto, lo sabe bien Amelia Arroba, profesora de diseño en el Colegio de Bellas Artes Juan José Plaza, ubicado en el centro de Guayaquil. Dice que en su institución los estudiantes son muy tranquilos, que se dedican por completo al arte y que no existen problemas de pandillas ni faltas de disciplina graves. Sin embargo, algunos de ellos sufren de depresión porque viven en su mundo. Por eso, menciona que es importante que los docentes los escuchen y traten de apoyarlos.

¿Existe el estudiante ideal?

“A veces, nosotros como docentes quisiéramos que todos los niños estén sentados, atendiendo, mirando al pizarrón y eso no existe”, asegura Patricia y menciona que, para ella, un niño ideal sería el que más pregunta. Por su parte, Julieta dice que todos son ideales, todos son mundos diferentes. “Este niño es perfecto con estas ciencias de aquí, este niño es perfecto en estas ciencias de acá”, opina y agrega que a ella le gustan todos los niños con sus cosas buenas y también con los malos hábitos que pueden tener por su situación socioeconómica.

Le invitamos a leer la Parte II y Parte III de esta entrega.

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